El relleno de una almohada puede ser de diversos materiales, incluida la pluma de aves desplumadas. Como suena: hay gente que duerme sobre los restos mortales de seres voladores. Hay que tener valor, desde luego para apoyar la cabeza en una almohada de pluma y dejar que la cabeza en cuestión planee a su aire por las regiones ondulantes de los sueños: en mi caso, lo mismo sueño, no sé, que soy un pato al que persigue el punto de mira de una escopeta, o que soy una mariposa aterrada de tener alas en la espalda.
Si mi almohada hablase os quedarías de piedra. La única ventaja de mis sueños es que los olvido casi a la vez que los concibo aunque es probable que mi almohada la que lleva acompañándome toda una vida lleve un registro de todos mis sueños ya sean amables o atroces. En el interior de mi almohada se han tejido laberintos minuciosos, con muros hechos con los despojos de la razón, y esto está ahí, ¿verdad?
Cuando duermo en un hotel, jamás logro descansar del todo, porque se me cuelan en la cabeza sueños confusos de los miles de viajeros que han usado la misma almohada que yo. A los sueños no les gusta que les dejes por la mitad, al saber de sobra que por ese flanco les viene su desprestigio histórico: ser el territorio natural de la inconsecuencia, a pesar del optimismo.
Si mi almohada hablase os quedarías de piedra. La única ventaja de mis sueños es que los olvido casi a la vez que los concibo aunque es probable que mi almohada la que lleva acompañándome toda una vida lleve un registro de todos mis sueños ya sean amables o atroces. En el interior de mi almohada se han tejido laberintos minuciosos, con muros hechos con los despojos de la razón, y esto está ahí, ¿verdad?
Cuando duermo en un hotel, jamás logro descansar del todo, porque se me cuelan en la cabeza sueños confusos de los miles de viajeros que han usado la misma almohada que yo. A los sueños no les gusta que les dejes por la mitad, al saber de sobra que por ese flanco les viene su desprestigio histórico: ser el territorio natural de la inconsecuencia, a pesar del optimismo.
7 comentarios:
Reconozco que soy muy curioso, y no me importaría nada acceder al registro de tus sueños. A ver si consigo quedarme de piedra por algo.
Seguro que con los retales de razón almacenados se conseguiría un puzzle que no dejaría a nadie indiferente.
A mí una vez me hicieron un estudio del sueño, y resulta que no terminaba ninguno, pero entonces no usaba almohada y no se ha registrado ninguna de esas historias sin final feliz.
En fin, perdón por el rollazo.
Atravieso un momento de descreimiento: no creo que los sueños tengan ningún significado oculto. Pero me ha ocurrido otras vez, ya se me pasará.
Juanjo, no tienes que disculparte, eso no es un rollo. Seguro que con la imaginación muchas veces has intentado acabar uno de esos sueños que no han quedado registrados en tu almihada, y eso es aun mejor que soñar un final feliz, el final lo pones tu.
Luisru, creo que tu etapa de descreimiento empezó el día que soñaste que quedaban 5 minutos para el fin del mundo así que, no me extraña que la iniciaras.
a mi la almohada me sirve para pensar,resumir y darle vueltas a cada jornada.me acuesto y mi almohada es complice de mis pensamientos,mis sueños(reales) y mis preocupaciones.sobre todo me da por pensar en las preocupaciones,en lo que tengo que hacer al dia siguiente...ultimamente sueño poco o no lo recuerdo cuando despierto asi que la almohada me sirve mas bien para analizar mi realidad!besitos
Antes dormía sobre un hermoso almohadón de pluma, hasta que se me ocurrió lo mismo que a tí .... Díos estaba durmiendo sobre los restos de centenares de patos¡¡¡¡ y me cambié a una sintética.
No es lo mismo.
... y de vez en cuando me acuerdo de ella, la añoro y como no la he tirado a veces, me abrazo a ella para no olvidar viejos sueños.
Yo estuve mis primeros 30 años de vida durmiendo sin almohada. Ahora he descubierto lo que me perdía!!!!
pues yo he sido firme usuaria de las almohadas de plumas...y sigo siéndolo de los edredones de plumón.
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