Está orgulloso de haber tenido el coraje de apartarse del mundo de la empresa y la economía para entregarse a su pulsión creativa, artística. Es melómano y pianista, y sueña con atreverse un día a componer música. Mientras, el vehículo de su creatividad es la literatura: después del best-seller internacional ´La buena suerte, Fernando Trías de Bes publicó la fábula ´El vendedor de tiempo´, unos ´Relatos del absurdo´ y las novelas ´Palabras bajo el mar´ y, ahora, ´El coleccionista de sonidos´, parte de su trilogía sobre el amor. Son novelas en las que se trenza el thriller, la música, el amor y la reflexión filosófica sobre el sentido de vivir, de amar y de morir.
- Como economista, ¿qué tiene claro?
- Que la economía no es más que psicología.
- ¿En qué sentido?
- El dinero expresa los miedos y ambiciones de las personas. Al dinero lo mueven el pavor y la codicia, las emociones humanas: ¡por eso la economía es psicología!
- ¿No es una ciencia exacta?
- ¿Hay algo más impredecible que las emociones humanas? Y por eso los economistas siempre se equivocan cuando hacen predicciones.
- ¿Por eso dejó usted la economía y ahora escribe novelas?
- Es por necesidad de crear. He creado empresas e innovado en métodos empresariales... pero la literatura es hoy mi mejor vehículo para dar salida a esa creatividad.
- Lo fue el libro ´La buena suerte´.
- Ha sido traducido a 38 idiomas, y se han editado casi tres millones de ejemplares.
- Resuma el libro en una frase.
- La mala suerte existe: es el azar. Pero tú tienes capacidad para minimizarla creando tu propia buena suerte. ¿Cómo? Actuando.
- ¿Aplica eso usted en su vida?
- Yo no le doy vueltas a lo que me sucede, simplemente me pregunto: "¿Qué puedo hacer con esto?", y la respuesta es actuar, sin más.
- ¿Sobre qué escribe usted ahora?
- Sobre la imposibilidad del amor perfecto, eterno: nos es dado imaginarlo, pero jamás abarcarlo. La leyenda de Tristán e Isolda lo expresa. Y eso le pareció a Wagner.
- Resúmame la leyenda.
- El caballero Tristán escolta a la princesa Isolda camino de su matrimonio con el rey. Ella lleva un elixir de amor para tomarlo ante el rey y así enamorarse de él. Y lleva también otro elixir: uno de muerte.
- El amor y la muerte, ¿vecinos?
- Los franceses llaman petite mort al orgasmo. Y ahora unos neurólogos holandeses han visto que durante el orgasmo la actividad neural se paraliza. ¡El orgasmo es como una muerte, y quizá la muerte sea como un orgasmo, un placer cósmico!
- Y la evolución creó, con el sexo, al individuo que (nace y) muere.
- "El amor eterno sólo se halla en el tránsito de la muerte", escribió Schopenhauer. Y Wagner veía la tesis de Schopenhauer cristalizada en la leyenda de Tristán e Isolda. Isolda pide a su doncella que le sirva el elixir de muerte, pero la doncella le sirve el del amor, ¡y se enamora de Tristán! Ya amantes, Tristán engaña a todos para seguir con Isolda. Y al morir Tristán, muere también su enamorada Isolda. "El amor incluye la muerte", dijo Wagner.
- ¿Qué tiene que ver esto con su novela?
- Cuando supe que el tenor que interpretó a Tristán en el estreno de la ópera de Wagner, Ludwig Schnorr von Carolsfeld, ¡murió tras la cuarta representación! de modo misterioso, me fascinó. Y más aún saber que la soprano que interpretó a Isolda, Malwine Garrigues, ¡era su mujer!
- ¿La ficción transmutada en realidad?
- En cierto modo sí, puesto que la soprano enloqueció. Entonces se extendió la creencia de que todo aquel que interpretase esa ópera ¡moriría! Hasta tal punto fue así que el propio Wagner tuvo que desmentir públicamente que su ópera estuviese maldita, dando explicaciones acerca de que el tenor había muerto por un golpe de aire.
- Asunto histórico y, a la vez, muy novelesco.
- Recreo la figura de ese tenor en un personaje de voz portentosa, ¡y capaz de reproducir todos los sonidos! Pero sólo le falta uno: el del amor.
- ¿Y lo consigue?
- Sí, cuando entiende que el genuino elixir del amor es el esperma, y él ¡logra transmutarlo en un sonido! Y ya toda mujer que le oiga emitir ese sonido, quedará enamorada.
- Qué fácil.
- Pero tiene un problema. Cuando se acuesta con sus enamoradas... su semen las mata. ¡Su líquido seminal es también elixir de muerte!
- Menudo susto.
- Se abandona a dejar tras de sí un rastro de mujeres muertas... hasta que él se enamora de una. La ama, pero ya sabe que si se acuesta con ella la matará.
- ¡Ése si es un amor imposible!
- No le explicaré el desenlace. Por cierto, ¿sabe que durante años ningún tenor se atrevió a cantar el Tristán de Wagner? Hasta que uno aceptó, aunque firmando un seguro vitalicio, por si... Y ya se desvaneció la maldición de esa ópera, que acaba con un orgasmo, por cierto.
- ¿Un orgasmo?
- Sí: la muerte de Isolda está cantada como un orgasmo. Wagner introdujo en esta ópera el primer "acorde imposible", el "acorde mágico", sin tonalidad: música atonal. ¡Ahí nace la música del futuro, la música moderna! Isolda canta sin tonalidad, lo que crea una tensión sostenida que al final se resuelve ya con tonalidad, y ese grito de muerte es como un orgasmo, hay una resolución, un alivio cósmico.
- Como economista, ¿qué tiene claro?
- Que la economía no es más que psicología.
- ¿En qué sentido?
- El dinero expresa los miedos y ambiciones de las personas. Al dinero lo mueven el pavor y la codicia, las emociones humanas: ¡por eso la economía es psicología!
- ¿No es una ciencia exacta?
- ¿Hay algo más impredecible que las emociones humanas? Y por eso los economistas siempre se equivocan cuando hacen predicciones.
- ¿Por eso dejó usted la economía y ahora escribe novelas?
- Es por necesidad de crear. He creado empresas e innovado en métodos empresariales... pero la literatura es hoy mi mejor vehículo para dar salida a esa creatividad.
- Lo fue el libro ´La buena suerte´.
- Ha sido traducido a 38 idiomas, y se han editado casi tres millones de ejemplares.
- Resuma el libro en una frase.
- La mala suerte existe: es el azar. Pero tú tienes capacidad para minimizarla creando tu propia buena suerte. ¿Cómo? Actuando.
- ¿Aplica eso usted en su vida?
- Yo no le doy vueltas a lo que me sucede, simplemente me pregunto: "¿Qué puedo hacer con esto?", y la respuesta es actuar, sin más.
- ¿Sobre qué escribe usted ahora?
- Sobre la imposibilidad del amor perfecto, eterno: nos es dado imaginarlo, pero jamás abarcarlo. La leyenda de Tristán e Isolda lo expresa. Y eso le pareció a Wagner.
- Resúmame la leyenda.
- El caballero Tristán escolta a la princesa Isolda camino de su matrimonio con el rey. Ella lleva un elixir de amor para tomarlo ante el rey y así enamorarse de él. Y lleva también otro elixir: uno de muerte.
- El amor y la muerte, ¿vecinos?
- Los franceses llaman petite mort al orgasmo. Y ahora unos neurólogos holandeses han visto que durante el orgasmo la actividad neural se paraliza. ¡El orgasmo es como una muerte, y quizá la muerte sea como un orgasmo, un placer cósmico!
- Y la evolución creó, con el sexo, al individuo que (nace y) muere.
- "El amor eterno sólo se halla en el tránsito de la muerte", escribió Schopenhauer. Y Wagner veía la tesis de Schopenhauer cristalizada en la leyenda de Tristán e Isolda. Isolda pide a su doncella que le sirva el elixir de muerte, pero la doncella le sirve el del amor, ¡y se enamora de Tristán! Ya amantes, Tristán engaña a todos para seguir con Isolda. Y al morir Tristán, muere también su enamorada Isolda. "El amor incluye la muerte", dijo Wagner.
- ¿Qué tiene que ver esto con su novela?
- Cuando supe que el tenor que interpretó a Tristán en el estreno de la ópera de Wagner, Ludwig Schnorr von Carolsfeld, ¡murió tras la cuarta representación! de modo misterioso, me fascinó. Y más aún saber que la soprano que interpretó a Isolda, Malwine Garrigues, ¡era su mujer!
- ¿La ficción transmutada en realidad?
- En cierto modo sí, puesto que la soprano enloqueció. Entonces se extendió la creencia de que todo aquel que interpretase esa ópera ¡moriría! Hasta tal punto fue así que el propio Wagner tuvo que desmentir públicamente que su ópera estuviese maldita, dando explicaciones acerca de que el tenor había muerto por un golpe de aire.
- Asunto histórico y, a la vez, muy novelesco.
- Recreo la figura de ese tenor en un personaje de voz portentosa, ¡y capaz de reproducir todos los sonidos! Pero sólo le falta uno: el del amor.
- ¿Y lo consigue?
- Sí, cuando entiende que el genuino elixir del amor es el esperma, y él ¡logra transmutarlo en un sonido! Y ya toda mujer que le oiga emitir ese sonido, quedará enamorada.
- Qué fácil.
- Pero tiene un problema. Cuando se acuesta con sus enamoradas... su semen las mata. ¡Su líquido seminal es también elixir de muerte!
- Menudo susto.
- Se abandona a dejar tras de sí un rastro de mujeres muertas... hasta que él se enamora de una. La ama, pero ya sabe que si se acuesta con ella la matará.
- ¡Ése si es un amor imposible!
- No le explicaré el desenlace. Por cierto, ¿sabe que durante años ningún tenor se atrevió a cantar el Tristán de Wagner? Hasta que uno aceptó, aunque firmando un seguro vitalicio, por si... Y ya se desvaneció la maldición de esa ópera, que acaba con un orgasmo, por cierto.
- ¿Un orgasmo?
- Sí: la muerte de Isolda está cantada como un orgasmo. Wagner introdujo en esta ópera el primer "acorde imposible", el "acorde mágico", sin tonalidad: música atonal. ¡Ahí nace la música del futuro, la música moderna! Isolda canta sin tonalidad, lo que crea una tensión sostenida que al final se resuelve ya con tonalidad, y ese grito de muerte es como un orgasmo, hay una resolución, un alivio cósmico.
5 comentarios:
Buena pregunta... ni idea, aunque lo que si tengo claro es que quiero experimentarlo tarde, muy tarde (si es que lo es, claro, cosa que dudo bastante).
¿Ya has recuperado el calorcito de nuestra tierra?.
Un beso, preciosa.
ahhhhhhhhhh!,claro!ahora entiendo porque aquel que un dia conoci no quiso acostarse conmigoooo!!.
temia matarme!!!....se enamoró de mi!!......ufffffffff,por fin salgo de dudas!!,despues de tanto tiempo pensando en ello,ahora me quedo mas tranquila....je,je,je(ironia)
...ya me gustaria...no quiso y punto.
ah,por cierto,el se lo perdió...mi orgasmo y el SUYOOO!!
besos yankie!!
un economista despachando sobre el amor, la muerte y el sexo me resulta ciertamente muy y muy sugerente
Intentaré aplicarme el cuento, a ver que sale, aun a riesgo de liarla... los del ramo de los numeritos somos así de raros
hl gp
El sexo y la muerte siempre han estado intimamente relacionados, pero no sé yo si esta teoría acaba de convencerme. Aunque desde luego la novela parece muy interesante.
Pues a mi me jode que personajes como Pinochet se vayan de este mundo con otra alegría en el cuerpo. Menos mal que nadie ha vuelto todavía para contarme si es cierto o no...
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