lunes, abril 23, 2007

Barcelona, libros y rosas


Las ciudades, extendidas en el mapa, poseen una ingenua geometría como de juego de niños. Su paisaje queda simplificado por unas líneas uniformas cuyo trazo se asemeja a una rayuela. Es increíble que detrás de cada línea se esconda una fuente o una iglesia, una ventana con geranios o un vendedor de cupones. Lejos queda su bullicio de mañana, cuando los chavales entran al instituto y los camiones descargan los alimentos frescos del día. Ni rastro del “sin techo” que desde hace dos años se ha instalado en un banco de la plaza, cartones por paredes, donde lee periódicos y cobra propinas paseando a los perros de los vecinos. La noche se alarga por aquí y enmudece por allá, y sus voces se detestan pero también se añoran. No existe un concepto preciso de ciudad, porque sin duda ésta es mucho más que una concentración de seres humanos organizados. La idea de ciudad es escurridiza y se altera en función de los fines de sus habitantes. Hay ciudades para pasear como Florencia, y otras para recorrer de coche, como Los Ángeles. Hay ciudades altivas y grandiosas, como París, y ciudades humildes y melancólicas, como Benarés; las que concentran una energía que te dejan insomne, como Nueva York; magnéticas como Jaïpur, o impenetrables como Estambul. Sus olores son diferentes de norte a sur, distintos sus árboles: de lluvia de flores, de cerezo, Jazmín, el sakura de Kyoto, o las hojas de las palmeras estrellándose el malecón de la Habana. En alguna de ellas las piedras huelen y parecen sabias, como en Santiago de Compostela, miestras que las hay que se asemejan a una muchacha enamorada como Sevilla. Un punto y a parte se merece la ciudad de mi vida: Barcelona rodeando el mar con sus brazos.

Apenas conozco gente que deteste donde vive, cuando explican su ciudad al que viene de fuera suelen enfatizar todo aquello que tiene de prodigio y encanto. Solapan su descontento porque sus quejas no apuntan a la ciudad en sí como paisaje que les conforma. Acaso se refieren a la batalla que mantienen con sus cinco sentidos. Los ruidos y la falta de aparcamiento, la suciedad de los paseos subterráneos o los cines que se cierran. Hoy, día de Sant Jordi, de princesas, caballeros y dragones, Barcelona merece rendirle un homenaje, sus calles engalarnadas de color rojo desprenden olor a rosa fresca, una sucesión de vidas y libros se pasean por las Ramblas, los paseos y las plazas. Ya que dentro de unos días votaremos a nuestros alcaldes, ojalá quienes resulten elegidos puedan contribuir a que detrás de cada ventana la ciudad, todas las ciudades asomen con su cara lavada y los bolsillos llenos de respeto y de buenas ideas.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bonita es Barcelona !!!

un petonet,


carles

Pedro M. Martínez dijo...

Bienaventurados los que aman a su ciudad porque ellos serán sus mejores embajadores.

Me gusta Barcelona y sus gentes.
También muchas de las ciudades que has citado (las que conozco).
Y sobre todo la mía: Bilbao.
Saludos.

Juanjo Montoliu dijo...

Me ha encantado este texto, Carmen. Está lleno de poesía... urbana.
Se nota que te gustan las ciudades, y que adoras la tuya, con todos sus defectos, que es como se debe querer a las cosas, y a las personas.
Al fin y al cabo, las ciudades son bellas por las personas, y las personas son un poco como las ciudades: con muchas pegas, pero no sabríamos vivir sin ellas.

Anónimo dijo...

Me ha encantado la entrada... preciosa....
Es curioso lo diferentes que son las ciudades como cada una respira de una manera diferente y su corazón late con latidos distintos.
No conozco Barcelona y no por falta de ganas...
Un beso, mi niña.

Abogadaenbcn dijo...

Espero que pasaras una feliz diada! Besos.

Camille dijo...

Excelente post, Carmen! Precioso...como Barcelona.

Anónimo dijo...

Me encanta como escribes, precioso comentario de la diada, y de BCN.
Yo adoro BCN, sus calles, su vida, su mar rodeándola...
Salutacions Carmen.


Tengo 2 amigas que se llaman Carmen...

Anónimo dijo...

como siempre: que bonito escribes!!!!!!!
Barcelona, me gusta, pero no siempre......donde estan los antiguos cafes, tiendas, cines.......quizas no tengo el día, pero se ha globalizado demasiado.........quiero ser moderna? me hago mayor? hecho de menos segun que cosas?