La Constitución española redactada por Juan Benet y compuesta por un solo artículo aún no se ha superado. Aquella Carta Magna decía así:
“Artículo 1: Todo español tiene derecho a fracasar”.
Yo, que veo una pared y tengo la costumbre de lanzarme a darme la hostia pensando siempre que estará blandito, reivindico aquí el fracaso y recomiendo estrategias para estrellarse sentimentalmente con éxito y apoyo del entorno cercano en la sociedad actual. Desde luego que es mejor fracasar con un tipo de tu edad, si quieres ser original elige siempre a un hombre mayor si eres mujer, o a una mujer más joven si eres hombre. Si eres gay pasa al punto dos, está mejor visto ser infeliz con una pareja heterosexual.
Es preferible vivir a disgusto con alguien de tu clase social. Sobre todo si eres pobre. Tu familia no podría perdonarte que alguien más rico te hiciera daño. Elige para arruinar tu vida a una persona que haya ido a tu colegio, a tu misma Universidad o que sea amigo de la familia de toda la vida.
Mejor si eres la víctima. Cuando sientas la humillación de unos cuernos a destiempo o del desamor más distraído, repítete a ti misma que todos vuestros amigos, familia y profesionales allegados te preferirán a ti por seguir queriendo aún al precio de tu dignidad.
Mejor fracasar junto a una pareja que no sea alcohólica ni yonqui, que no le guste el juego, que jamás haya pagado por el sexo y, a ser posible, que no fume. Por mucho daño que te haga alguien que carezca de estos vicios siempre estará mejor visto. Y si decides volver nadie te llamará tonta.
Mejor si celebras la Navidad y vas de vacaciones en verano (y algunas Semanas Santas) y le has comprado a su madre dos regalos por su cumpleaños aunque nunca te cayera bien. Mejor si no has engordado diez kilos desde que te enamoraste. Así nadie pensará que la culpa de que no te desee es tuya. Mejor si has empeñado la mitad de tu vida en hacer un disfraz a tu medida y ahora descubres que estás desnuda. Siempre habrá gente que se quede prendada con el traje nuevo de la emperatriz.
“Artículo 1: Todo español tiene derecho a fracasar”.
Yo, que veo una pared y tengo la costumbre de lanzarme a darme la hostia pensando siempre que estará blandito, reivindico aquí el fracaso y recomiendo estrategias para estrellarse sentimentalmente con éxito y apoyo del entorno cercano en la sociedad actual. Desde luego que es mejor fracasar con un tipo de tu edad, si quieres ser original elige siempre a un hombre mayor si eres mujer, o a una mujer más joven si eres hombre. Si eres gay pasa al punto dos, está mejor visto ser infeliz con una pareja heterosexual.
Es preferible vivir a disgusto con alguien de tu clase social. Sobre todo si eres pobre. Tu familia no podría perdonarte que alguien más rico te hiciera daño. Elige para arruinar tu vida a una persona que haya ido a tu colegio, a tu misma Universidad o que sea amigo de la familia de toda la vida.
Mejor si eres la víctima. Cuando sientas la humillación de unos cuernos a destiempo o del desamor más distraído, repítete a ti misma que todos vuestros amigos, familia y profesionales allegados te preferirán a ti por seguir queriendo aún al precio de tu dignidad.
Mejor fracasar junto a una pareja que no sea alcohólica ni yonqui, que no le guste el juego, que jamás haya pagado por el sexo y, a ser posible, que no fume. Por mucho daño que te haga alguien que carezca de estos vicios siempre estará mejor visto. Y si decides volver nadie te llamará tonta.
Mejor si celebras la Navidad y vas de vacaciones en verano (y algunas Semanas Santas) y le has comprado a su madre dos regalos por su cumpleaños aunque nunca te cayera bien. Mejor si no has engordado diez kilos desde que te enamoraste. Así nadie pensará que la culpa de que no te desee es tuya. Mejor si has empeñado la mitad de tu vida en hacer un disfraz a tu medida y ahora descubres que estás desnuda. Siempre habrá gente que se quede prendada con el traje nuevo de la emperatriz.
Con amor, para ti Vivi
9 comentarios:
¡Ay, Carmeta!
Esta Constitución no admite reforma. Todos somos fieles cumplidores, y no existe, ni falta que hace, un Tribunal para resolver sus litigios.
Después de leerte yo me estampo contra esa pared con mejor cara, hasta con una sonrisilla y todo.
Cuídate niña, y si necesitas algo ya sabes.
Besos.
Gracias por tu apoyo Juanjo pero... ¿y quién ha dicho que yo esté de fracaso? jajajaja!!! Un beso
Yo no lo he dicho. Y si es condicional. ¿Y si? Pues si sí, ya sabes; y si no, mejor.
Besos.
La verdad es que las rupturas siempre son dolorosas, por muy civilizadas que sean. Ánimo a tu amiga.
Te he leído tres veces, tres (soy algo lento).
Mala leche tienes ¿no?
Ay.
Y sí, supongo que habrá gente que se quede prendada.
Besos, Carmen.
Lo de la mala leche a qué viene?
Yo sólo veo sensibilidad, nena, que tienes como un radar para metaforear lo cotidiano que me tiene turbada, perpleja y encantadísima de la vida como Concha Velasco.
Ánimo Vivi, que el ocean is full of fishes... eso sí, pezqueñines.
Viene a la capacidad individual de comentar, según el punto de vista de cada uno. Siempre con el debido respeto y educación. Lo cual no está exento de poder utilizar la ironía, el guiño, la familiaridad, esas cosas, tú sabes.
Ahora bien, si alguien se enfada, lo retiro. Todo muy bonito, muy bien, todo muy rico y muy abundante.
Lo del pensamiento único está pasado de moda ¿no?
Mas besos, Carmen (para ti sola).
Pues nada, muy bien explicado. Sobre todo teniendo en cuenta la susceptibilidad con la que lo has hecho. Felicidades por tu ironía y tu ingenio. Que yo también fui a un cole de pago y entiendo de modales, aunque te parezca lo contrario (no sé por qué, la verdad...).
Chic@s haya paz, aquí solo es apto hacer el amor y no la guerra :)
Besos para todos y más para ti Vivi!
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