martes, septiembre 26, 2006

¿Está prohibido estar triste?


En ocasiones, como anticipándonos al miedo, queremos privarnos del sentimiento de tristeza, en un acto de autocensura íntima. Nuestra sociedad dispone de un menú variado, para todos los precios, a fin de anestesiarlo. Yo últimamente os confieso que tengo días tristes, y esto está siendo más duro de lo que imaginaba y que, a pesar de haber recibido muchos mensajes de ánimo, cuando te incorporas de nuevo a tu vida cotidiana, y eres bienvenida con cuatro palmadas en el hombro y una carpeta de trabajo digna de un Doctor de Harvard, piensas: c´est la vie. Entre el “no hay lugar para la emoción” y el “no hay lugar para la tristeza”, existe una diferencia fundamental, a la primera le dejan llorar, a la segunda no.
O por nuestras propias neurosis o por las de nuestra sociedad, las emociones disponen hoy de un protocolo aséptico y contenido. Los que le pedían más a la vida han enmudecido, como abochornados por su ingenuidad. A la exteriorización de los sentimientos, de los pellizcos en el estómago, no goza de buena fama en los círculos sociales. Si alguien se hecha a llorar fuera de contexto, recibe la etiqueta de desequilibrado, a menos que sea en uno de esos circos televisivos donde las emociones se confunden con el morbo que intoxica y pervierte desde el dolor hasta la alegría. Hoy en día, casi nadie habla en las escuelas de las emociones atragantadas, no existe una educación sentimental en este sentido. De cómo encajar las primeras fustraciones o el peso de la indecisión, los celos, la helada caricia de la soledad o los bloqueos que nos hacen prisioneros de nuestra propia subjetividad, la misma que se nos vuelve en contra cuando no encontramos un espacio para expresarla. Un espacio para los sentimientos legítimos y las emociones robadas. Cuando una voz nos dice: “Sé tú misma”, queremos hacerle caso, y encontrar ese metro cuadrado en el mundo que nos pertenece, porque, tal vez el mundo cuando una está triste le parece un sitio muy pequeño.


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6 comentarios:

Anónimo dijo...

Un buen amigo, de esos que puedes contar con la mano de un carpintero y aun te sobran dedos, hace un tiempo me dijo "no es cómo te caes sino cómo te levantas"....cuanta razón llevaba !!.
Y es desde la tristeza cuando más te aferras a esta lapidaria.
Los estados de tristeza, son eso, "estados", no "seres", y por tanto, etapas puntuales de nuestra vida, antesalas de próximos estados de felicidad.
La tristeza nos puede ayudar a replantearnos lo que somos, lo que tenemos y lo que queremos...a valorar lo que despreciábamos, y a despreciar lo que era vital.
La felicidad es correr, la tristeza es descanso...sin descansar no corremos, y sin tristeza, quizás no podemos ser más felices.

Anónimo dijo...

cuanta razón llevas...
Hay que capturar los momentos felices, que son pocos en la vida, para cuendo falten recordarlos, y saber que se pueden conseguir con mas o menos esfuerzo.
Diana

Anónimo dijo...

Tampoco la alegría excesiva está bien vista en una sociedad donde los sentimientos están abocados a permanecer ocultos, donde la sensibilidad es un defecto, donde la solidaridad queda bien cuando el ayudado está a años luz de nuestro entorno...
Podemos estar tristes, siempre que no molestemos a nadie con esa tristeza.
¿Sabes?, pienso que lo que es realmente triste es esta sociedad "de las buenas formas".
Un beso, preciosa.
Y si estás triste, pues estás, es tu derecho, (aunque preferiría que eso no fuera así, claro).

Anónimo dijo...

No esta prohibibo, claro que no, pero es mejor no estarlo....porque es tan triste..........y te crees que jamas se va ha acabar y que es imposible salir del pozo, pero no se porque, siempre hay algo que en algun momento te alegra y pasa el tiempo....y te levantas......ANIMO!!!

Anónimo dijo...

No, no está prohibido, incluso en ciertos momentos de la vida, es obligado ...
Cuando estés triste abrazate a tus hijos que son el mayor tesoro que tienes, rodeate de su alegria, su inocencia, de su bondad, y sobretodo de ese amor incondicional que te dan.
Muchos ánimos guapa.
Laura

Anónimo dijo...

La tristeza o estar triste, buen tema, a la orden del día. De momento no conozco a nadie que no haya pasado por ese estado. Es bueno pasarlo, o eso creo, porque si no, cuando estaríamos alegres, felices? De todos modos uno mismo ha de luchar por su felicidad, estar bien con los demás es estar bien con uno mismo. Pero si tu no luchas, mal lo llevas!!! Así pues, animo a todos/as!!!
Kisses!!
Bea