domingo, febrero 10, 2008

Generaciones

No soy de las típicas madres que van cada día al colegio a recoger a sus hijos, sin embargo sí lo hago los viernes por la tarde que para mi son sagrados. Aunque intuía desde un buen principio que podía encontrarme "de todo", estas tardes de vienres llego fresca y sin manías, dispuesta a entregar media horita de mi tiempo a escuchar y compartir historias de mujeres, a despotricar de los maridos y a empaparme de sabiduría maternal. No tardé en descubrir que existen dos grupos, el de las madres "cachondas" y el de las "desesperadas".
A veces se juntan y otras van por separado.
Las "cachondas" son capaces de llegar y soltar una pregunta tan curiosa como: "Si en toda tu vida sólo hubieses bebido agua, es decir, si no hubieses estado bajo la influencia del alcohol... ¿cuántos polvos hubieses dejado de pegarte?" Y las "desesperadas" sólo son capaces de cuestionarse si el psicólogo infantil, al que van sus hijos, está capacitado para recetar antidepresivos, si la pintura acrílica con agua que le vendieron, como pintura ecológica, para pintar el cuarto de los niños puede causarles alergias o si el mejor regalo para un niño que empieza a leer es un dominio en internet o un móvil.
Hoy he recibido un e-mail muy simpático, una felicitación para todos aquellos niños que nacimos entre los años 30 y los 70, atentas madres "desesperadas". ¡Va por vosotras!

• Sobrevivíamos al hecho de ser nacidos de madres que fumaban y bebían durante el embarazo, que tomaban aspirina, comían queso roquefort y atún de lata, y además no se hacían la prueba del azúcar.
• Dormíamos en cunas pintadas con pintura de alto contenido en plomo.

• Sobrevivíamos sin medicamentos con tapones a prueba de niños, ni protectores de corriente y andábamos todo el día en bicicleta, sin casco, sin coderas y sin rodilleras.
• Paseábamos en coche sin asiento para bebes, sin cinturones de seguridad ni air bags.

• Bebíamos entre amigos de la misma botella y nadie se moría.
• Comíamos chuchees, palomitas, pipas, chufas y altramuces sin ahogarnos ni convertirnos en "focas obesas".

• Salíamos a jugar con los primos o vecinos y no regresábamos hasta que las farolas de la calle se encendían anunciando el anochecer, y nadie se preocupaba.

• No teníamos móviles ni GPS para ser localizados a ninguna hora del día y vivíamos felices.

• No teníamos Playstations, Nintendos, X-Boxes, Wii, ningún tipo de videojuego, ni 150 canales de cable o televisión satelite, no había videos, películas o DVD´s, no había sonido sensorround o CD´s o iPod´s, ni ordenadores, ni internet...teníamos amigos y salíamos a buscarles
.
• Nos caíamos de arboles, de caballos, nos rasguñamos, nos rompíamos huesos y dientes, sin demandar a nadie.

• Jugábamos con gusanos, arañas y un sinfín de bichos y no nos moríamos de alergias ni de picadas ni de virus.

• Nuestros juguetes eran canicas, pistolas, tirachinas... sin atragantarnos, matar o sacarle el ojo a nadie.
• Competíamos, ganábamos, perdíamos y aprendíamos a vivir con nuestros disgustos y carencias.

No cabe duda de que esta generación ha aportado, grandes genios, creadores, inventores, personajes que han sabido tomar riesgos y resolver muchísimos problemas.
Los últimos 50 años han sido una "explosión" de innovación y de nuevas ideas. Tuvimos libertad, fracaso, éxito, responsabilidad y aprendimos a lidiar con todo ello.
Para toda esta generación... ¡FELICIDADES! Y a todas aquellas madres ¨desesperadas¨ que no dejan vivir a sus retoños, las castigo sin agua para el resto de su vida... y eso sí, para todas ¡MUCHOS POLVOS!