lunes, julio 03, 2006

Mironas


A menudo, entre algunas mujeres, intercambiamos un lenguaje, no verbal sostenido en la mirada. Forma parte de esos códigos que no se aprenden en la escuela ni en los libros, y que en cambio poseen validez universal; su práctica nada tiene que ver con el idioma, la profesión o el carácter. Más vale guardar relación con lo que sabemos de nosotras mismas y deseamos contrastar, como si las demás fueran un espejo en donde nos reconocemos y nos desmarcamos, depende del caso. Una mujer nunca te mira los zapatos como los hace un hombre. Nosotras somos capaces de memorizarlos y de descifrar la marca, mientras que a ellos les basta con el detalle que más les ha impactado, en general la forma en que andas sobre ellos. Está claro que las mujeres nos implicamos al mirarnos, percibimos la seguridad de unas y la ansiedad de otras y nos reconocemos en el variado alfabeto de los gestos. Nos hacemos un chequeo de arriba abajo a los dos minutos tenemos la ficha lista y una composición del personaje, aunque la fiabilidad de estos exámenes es totalmente aleatoria, y en ocasiones nos sorprendemos cando aquella que intuíamos como una rígida soltera es una ligona de campeonato, o la que suponíamos ocasionalmente una “pastosa” por su impecable manicura trabaja en un laboratorio científico diez horas al día.
Considero que nuestra afición es saludable porque la mirada es un acto saludable hermosamente subjetivo y libre.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

a mi,supongo que por mi trabajo,me encanta observar la indumentaria de las demás mujeres,pero tengo que decir que he visto pocas ultimamente que me inspiren...se vive poco la moda aqui en españa,la verdad!tendrian que haber más carmenes que movieran la moda,no crees??.ahora,si que es verdad que las mujeres en general somos un poco "cotillonas"entre nosotras,para bien o para mal...o nos alabamos o nos despellejamos...asi somos.
besos!

Anónimo dijo...

Miradas de inspección, curiosas miradas. Aunque, en mi caso, no son de análisis, suelen ser de admiración (¿que quieres? no lo puedo evitar, jejejeje).
En muchos casos son miradas de rivalidad, y he de confensar que me da un poquito de tristeza.
Un beso, guapa.

Anónimo dijo...

Yo me considero las mujeres no mironas. Cada uno tiene su manera de llevar la moda, de llevar a su persona, de llevar sus cosas ...
Y creo que ahí está lo divertido.

Por eso intento, no siempre lo consigo, pero lo intento, no examinar a las personas, y sobretodo no juzgarlas por su indumentaria, o por si llevan un bolso del mercadillo o unos zapatos de hace mil años.
No se, será porque no entiendo mucho de marcas y entiendo más de personas, de sentimientos ...

Carmen dijo...

Me gustaría que no mal interpretéis mis palabras... simplemente he hecho un guiño a una observación del comportamiento de la mujer que llevo pensando últimamente. En ningún caso generalizo, ni mucho menos estoy hablando de envidias, comparaciones (pues son osiosas). Pues hablo de una mirada saludable y libre y esto no significa que el hecho de realizar esta práctica sea incompatible con tener o no tener sentimientos y saber apreciar a las personas por su corazón y no por su aspecto, ¡pues desde luego que no!
Gracias de todos modos a todas.

Androide Paranoide dijo...

Lástima que ese reconocimiento sólo se produzca entre vosotras. Porque sólo es entre vosotras, ¿verdad? ¿VERDAD? (glups)

Carmen dijo...

A mi me encantaría pensar que no, que no solo somos nosotras, pero no creo que sea yo quien deba contestar... gups, glups, glups!

Lurka dijo...

Yo reconozco que soy bastante mirona. Me gusta la moda, y me guío más por lo que veo en la calle, que en los escaparates. Luego otra cosa es que me quede bien a mi, o encuentre aquella camisa que vi a una chica en un bar que entré por casualidad a tomar un café con hielo... Cuando tengo que comprar algo para mi "Maxi" también miro a los hombres, (por encima quiero decir) con lo cual comprenderás que estoy contigo en que las mujeres somos bastante mironas, en general y una servidora en particular.